Textiles técnicos en la industria textil mexicana


Dra. Leticia Melo López(1,2), Dr. Carlos Ávila Orta(1), Dr. Rolando Luna García(2)

La tendencia actual general de la industria textil, es cambiar de los textiles convencionales a los textiles técnicos, ofreciendo tejidos de alta tecnología con rendimiento eficiente, diseñados para verse atractivos, pero, sobre todo para ofrecer un valor añadido notable en términos de funcionalidad.

Los textiles técnicos cuentan con propiedades específicas como repelencia al agua y/o al aceite, propiedades antiestáticas, propiedades conductoras, resistencia a las arrugas, alta resistencia mecánica, resistencia a la abrasión, protección contra rayos UV, etc. Los textiles que cuentan con estas propiedades y muchas más tienen cabida en prácticamente todos los campos imaginables. A continuación, se menciona la clasificación más comúnmente conocida para los textiles técnicos:

  • Hometech. Componentes de muebles, textiles para el hogar, alfombras, etc.
  • Packtech. Embalajes, almohadillas absorbentes para alimentos, etc.
  • Sporttech. Equipo y ropa deportiva, equipo para acampar, etc.
  • Medtech. Uniformes, vendajes, ropa de cama hospitalaria, etc.
  • Protech. Protección personal contra químicos, llamas, cortes, impactos de bala, etc.
  • Clothtech. Componentes de calzado, aislamiento térmico, control de olor, etc.
  • Indutech. Aplicaciones industriales en componentes eléctricos, cintas transportadoras, etc.
  • Geotech. Estabilización de suelos, control de sedimentación y erosión, drenaje y filtración, etc.
  • Oekotech. Protección ambiental mediante filtros de aire, absorbentes de aceite y combustible, eliminación de gases, etc.
  • Agrotech. Acolchados de cultivos, telas para control de malezas, artículos para la pesca, etc.
  • Buildtech. Aislamiento térmico y acústico de habitaciones, revestimiento de tuberías, construcción textil, etc.
  • Mobiltech. Revestimientos, tapicerías, bolsas de aire, cinturones de seguridad, filtros de combustible, etc.

El uso de textiles técnicos se encuentra ampliamente difundido en Europa, China, India, Brasil, por mencionar algunos países, sin embargo, la tendencia mundial general se dirige al uso de este tipo de textiles. Es por ello que en el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) y el Centro de Investigación y de Innovación de Tlaxcala se realizan investigaciones relacionadas a la generación de textiles técnicos, con la finalidad de generar tecnologías mexicanas que beneficien a la industria nacional. Estas investigaciones se basan en procesos ampliamente empleados en la industria textil, como son el hilado fundido de fibras (mono y bicomponente) y la tela no-tejida mediante melt spinning y meltblowing, respectivamente. El uso de estos procesos conlleva la ventaja de que la implementación de sus adaptaciones para generar los textiles técnicos puede llevarse a cabo con relativa facilidad, haciendo uso de la infraestructura con la que ya cuentan algunas empresas que pertenecen a esta parte de la cadena productiva.

Con base en datos proporcionados por el INEGI, se sabe que el 63% de la industria textil en México se concentra en el centro y noreste del país, en los estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Jalisco, Coahuila, Sonora, Guanajuato, Nuevo León y San Luis Potosí. En estas zonas la fabricación de textiles y prendas de vestir es sólida, cuentan con cadenas de suministro bien establecidas y trabajadores experimentados en el tema. La industria emplea directamente a más de 600,000 trabajadores, además de generar otros trabajos de forma indirecta mediante actividades de apoyo. Además, la industria textil y de la confección de México cubre toda la cadena de producción para fibras naturales y sintéticas (desde el cultivo del algodón y la producción de fibras artificiales) hasta la fabricación de hilados, telas, ropa acabada y accesorios. La industria textil mexicana está fuertemente consolidada, por lo que a pesar de que la transición de textiles convencionales a textiles técnicos no es una tarea fácil, el país cuenta con el personal y la cadena de producción base para poder llevar a cabo esta evolución.

Entre las investigaciones más avanzadas realizadas por el CIQA y el Centro de Investigación y de Innovación de Tlaxcala están las relacionadas a los textiles fotoluminiscentes con posible aplicación en seguridad de prendas mediante su autentificación cifrada, y textiles basados en nanocompuestos poliméricos con actividad contra microorganismos patógenos.

El mercado de los textiles contra microorganismos patógenos o textiles antimicrobianos, como comúnmente se les conoce, es un mercado que se encuentra en constante aumento. En el 2019, se estimó que su mercado alcanzó los 9,500 millones de dólares y se estima que para el año 2025 alcanzará los 12,800 millones de dólares. Este incremento del mercado se debe a que de forma constante se busca reducir las enfermedades donde el contacto con superficies contaminadas es una de las vías de contagio más comunes, sobre todo cuando el microorganismo es altamente contagioso y de rápida propagación. En conjunto con la lucha a nivel mundial contra los microorganismos patógenos que se están volviendo cada vez más resistentes a los medicamentos que tiempo atrás los combatían con buenos resultados.

El abatimiento de microorganismos en el sector textil se puede lograr mediante la incorporación de agentes bacterianos como el triclosán, aminas halogenadas, nanopartículas metálicas, nanopartículas de sales u óxidos metálicos, compuestos de amoníaco cuaternario, entre otros. Estas sustancias se incorporan en forma de acabados textiles, o directamente dentro de las fibras. Cualquiera que sea la alternativa a utilizar, es necesario que el agente antibacteriano permanezca en las fibras aún después de ser expuesta a varios ciclos de lavado, de exposición a la lluvia, o a la fricción. Este requerimiento es indispensable para asegurar que el textil contará con su acción protectora durante su tiempo de vida útil, tomando en cuenta que su aplicación puede estar dirigida a sectores de riesgo. Algunas de las aplicaciones que se le pueden dar a los textiles antimicrobianos son en carpas, tapicería en hospitales, tapicería de asientos de medios de transporte, ropa interior, ropa de hotel, cobijas, material de curación, equipos de protección personal, calcetines, sábanas, ropa deportiva, entre otros.

La creciente conciencia sobre la funcionalidad superior de los textiles técnicos está fomentando un mayor consumo de estos materiales que ofrecen soluciones a problemas globales, como la contaminación, problemas de salud, transporte eficiente, protección del medio ambiente, construcción y muchos más. Es por ello que la industria textil mexicana debe incrementar su producción mediante la innovación e implementación de tecnologías avanzadas, lo cual permitirá generar ganancias superiores a las que se obtienen mediante la producción y comercialización de textiles convencionales.


1.Departamento de Materiales Avanzados del CIQA.

2.Centro de Investigación y de Innovación del estado de Tlaxcala CITLAX.

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